Contextualizando...
Hockey Internacional
El hockey sobre césped es un deporte, que a menos en Argentina se práctica de manera amateur. Es decir, que tanto las jugadoras como cuerpo técnico, no perciben pago alguno por trabajo. Sí bien este aspecto se viene cuestionando desde hace muchos años, aún no se ha llegado a un consenso por parte de los organismos rectores, que permita la profesionalización del juego.
Históricamente tiene sus comienzos como deporte moderno, en colegios ingleses durante el siglo XIX, se abrió camino consecuencia de mayor tiempo libre de dispersión provocada por la Revolución Industrial.
Fue este último hecho el que produjo grandes cambios, tanto en aspectos políticos, económicos, sociales y culturales. El principal aspecto a considerar es el económico, ya que a partir de ello Inglaterra expande su comercio a diversos países, en los cuales se asienta, instalando sus colonias. A través de los colegios se producía el fomento de las prácticas deportivas, entre ellas el hockey. Quienes asistían a ellas eran hijos de ingleses y posteriormente, las familias acaudalada de los países. Esto implicaba que quienes lo practicaban pertenecieran sólo a las clases altas.
En la década de 1880 el juego se asentó definitivamente y las mujeres comenzaron a practicarlo con entusiasmo. El actual organismo rector del deporte en su modalidad masculina, la Asociación de Hockey, se fundó en 1886 y, la Asociación Inglesa Femenina de Hockey en 1895, un año después de que lo hiciera la Unión Irlandesa de Hockey de Mujeres.
En Argentina...
En agosto de 1908, se conforma la Asociación Argentina Hockey (A.A.H), donde tiempo después se asociaría a la máxima organización mundial, Hockey Association of England (H.A.E), fundada en 1875. Esta vinculación implicó la aceptación de las reglas en su totalidad, esto fue fundamental ya que la principal implicancia era que el hockey se juegue con amor al deporte, descartando toda la posibilidad de torneo en lo que implique la competencia, con trofeos y regalías.
En la actualidad, esta situación de amateurismo es complicado mantenerlo, por el sólo hecho del desarrollo social y estilo de vida que se lleva. Esta práctica ha alcanzado un nivel de excelencia deportiva al que sólo es posible llegar si el deportista se dedica pura y exclusivamente a esto.